La industria cerámica castellonense ha experimentado una enorme transformación en las últimas décadas, fruto de la constante investigación, el desarrollo tecnológico, el diseño, la apuesta por ampliar las gamas de productos o la implementación de nuevas formas productivas más ecoeficientes. Esta capacidad transformadora ha permitido al azulejo español mantenerse como máximo exponente en un contexto internacional cada día más complejo, gracias a una globalización que, en los últimos años, ha marcado las relaciones comerciales. La digitalización de los procesos productivos, la incorporación de tecnologías más avanzadas como la impresión digital y el uso de soluciones basadas en inteligencia artificial y robótica también han permitido a las empresas de nuestra provincia diversificar sus mercados, adaptándose con éxito a las demandas de los diferentes mercados.
Este liderazgo no sería posible sin la herencia de quienes, a lo largo de los años, impulsaron el crecimiento de la cerámica en Castellón. Su experiencia, talento, visión empresarial y valores como la perseverancia o la búsqueda constante de la excelencia son los cimientos sobre los que se construyó este éxito. Hoy, el reto está en conectar ese legado con la innovación y el talento de los más jóvenes, quienes cada vez están más formados y preocupados por buscar otros beneficios en sus carreras profesionales, por lo que el sector debe mostrarse atractivo para los jóvenes en nuevas cuestiones laborales como la estabilidad, la formación continua, el teletrabajo o la flexibilidad horaria cuando sea posible.
La juventud aporta un enfoque dinámico y tecnológico, necesario para abordar los desafíos actuales: desde la sostenibilidad hasta la internacionalización en un contexto globalizado.
Gracias a iniciativas como las que impulsa la Fundación Globalis, que fomenta la innovación y el emprendimiento, estamos logrando que los jóvenes talentos se planteen el emprendimiento como opción o se integren en sectores clave como el cerámico y la potente industria auxiliar. Este relevo generacional, que combina el conocimiento y los valores transmitidos por quienes sentaron las bases del sector, es necesario para afrontar los desafíos futuros con éxito.
La clave reside en la capacidad de estas empresas para unir la experiencia de las generaciones anteriores con las ideas frescas y el conocimiento técnico de los jóvenes profesionales. Esta alianza permitirá mantener el liderazgo del sector a nivel mundial, no solo en la producción de cerámica, sino también en la apertura de miras hacia nuevos mercados o la diversificación de productos.
El reto ahora no es solo mantener este liderazgo, sino seguir apostando por la digitalización, la optimización de los recursos energéticos y la reducción del impacto medioambiental, todo ello sin perder de vista el legado de quienes construyeron este sector. Solo mediante la fusión de tradición e innovación el sector cerámico de Castellón seguirá siendo un referente internacional y un motor clave de nuestra economía.
Directora de la Fundación Globalis