Inteligencia artificial, ya está aquí
Nuestro sector siempre ha destacado por su constante esfuerzo en el ahorro de costes y el aumento de la productividad.
Sin embargo, la metodología utilizada en áreas como, por ejemplo, producción, mejora de procesos/productos y nuevos desarrollos, se sigue basando en muchos casos en el tradicional ensayo de “prueba y error”. Este método lleva asociados unos costes elevados, en forma de tiempo, recursos y coste de oportunidad, si finalmente no ofrecemos al mercado un producto o servicio de mayor valor añadido.
La Inteligencia Artificial (IA) se presenta como una tecnología, que permite la gestión de un enorme volumen de datos, con la finalidad, que buscamos, aumentar la eficiencia del trabajo y reducir costes. Aunque la IA lleva con nosotros desde los años 50 del siglo pasado, es ahora, cuando disponemos de tecnologías, que nos permiten, como usuario no experto, analizar y procesar nuestros datos para tomar decisiones y ejecutar acciones.
Si nos centramos en nuestro sector cerámico, imaginemos la cantidad de datos, que se generan diariamente en áreas como mejora de procesos/productos, nuevos desarrollos, I+D, etc. Estos datos disponibles deberían ser gestionados, como un activo estratégico de la compañía, para mejorar la eficiencia y generar nuevos productos/servicios de forma rápida.
Debemos ser conscientes de que ya podemos ir más allá de los conceptos del Big Data y la IA, y encontrar casos reales de uso en el sector cerámico, que aportan valor. Así, podemos citar la plataforma NeosAware (Alfa de Oro 2017), que permite calcular, simular y optimizar la proporción de cada materia prima, que forma parte de la composición cerámica, para alcanzar un objetivo previamente definido, como por ejemplo menor coste, mayor resistencia mecánica, menor temperatura de cocción. Y todo ello, con un ahorro en costes superior al 40%, si lo comparamos con el método de “prueba y error”.
Pero no sólo la IA se puede aplicar a la formulación de composiciones cerámicas, sino que también se puede utilizar para modelizar y simular el comportamiento de nuevos productos cerámicos y nuevas funcionalidades, reduciendo drásticamente los tiempos de desarrollo y llegando al mercado, antes que la competencia.
Un ejemplo de la aplicación de la IA en el desarrollo de un nuevo producto cerámico, es la fabricación de una baldosa cerámica de baja densidad para su uso en techos (Alfa de Oro 2015), como sustituto de la tradicional placa de escayola.
La IA también se ha utilizado en el desarrollo de nuevas funcionalidades en cerámica. El análisis y procesado de los datos obtenidos en múltiples ensayos de impacto y sonido originado, y su relación con la microestructura de la pieza cerámica, permitió el desarrollo de una nueva funcionalidad, la fono-absorción. El pavimento Klusss (Alfa de Oro 2020) es un composite polimérico-cerámico con funcionalidades avanzadas para la absorción de sonidos producidos por impactos.
Para terminar, me gustaría comentar que no es necesario que las empresas cerámicas dediquen recursos y dinero al desarrollo de soluciones basadas en IA. Ya existen herramientas, adaptadas a las necesidades de las empresas cerámicas, que no disponen de un equipo de especialistas en IA, pero quieren obtener ventajas competitivas de sus datos.
¡Empezamos!
Director técnico en Neos Ceramics Group