¿Casas inteligentes para personas “inteligentes”? …el paradigma de empezar a aprender de nuevo
No nos cansamos de escuchar, de leer o de compartir artículos en redes sociales sobre lo “tontos que nos hace la tecnología”, “sobre el retroceso en las relaciones personales” o “la lejanía con nuestro entorno”… y no dejamos de crear, al mismo tiempo, a una velocidad de infarto, nuevos dispositivos, programas, tecnologías y sistemas para seguir siendo tan “poco inteligentes”.
Es verdad, que si hace unos años, nos hubiesen contado que podríamos controlar electrodomésticos, sensaciones en salas, cocinas, baños y dormitorios con un click en nuestro móvil… no lo hubiésemos creído del todo. Pero los datos actuales son abrumadores. Más de 9000 millones de aparatos conectados a la red, generando 2,5 trillones de bytes de datos nuevos cada día, previsión de duplicar facturación sectorial en un año y con un futuro cercano dónde se estima que cada persona tendrá, al menos, 3 dispositivos móviles (contando wearables, smartphones, tablets y ordenadores) conectados.
Es obvio, que nuestra casa ha de volverse un entorno para personas “poco inteligentes”, a tenor de lo vivido.
Por mi experiencia, es imposible blindarse, cerrar los ojos al avance de las tecnologías emergentes. Como dijo Darwin, “no sobrevive el más fuerte, ni el más rápido, ni el más inteligente, sino el que mejor se adapta al cambio”. He tenido la suerte de crear hace ya dos años, en época de crisis, una empresa de consultoría en branding y estrategia, conocer de cerca sectores muy distintos, todos con los mismos problemas: adaptarse al cambio que pide el mercado. Muchas están muriendo, otras sin embargo… creciendo.
Es por ello, que como conocedor del hábitat, de las innovaciones en recubrimientos y de las tecnologías emergentes (ya no tan emergentes), puedo reafirmar que no veo tales problemas pero sí detecto muchas oportunidades y un gran crecimiento.
Una de las oportunidades, con más progresión, es la SMART HOME o casa inteligente. Hay tanto que crear, tanto que ganar, que la única barrera actual es el precio o inversión de adquisición. Pero señores, esto cambia rápido y lo que ayer era caro, hoy se vuelve asequible (recuerden la evolución del propio teléfono o de la Smart TV).
Con lo que se avecina… créanme, es más que necesario un esfuerzo para posicionarse y crear nuevos vínculos con un usuario que nos está pidiendo a gritos interactuar con su entorno. Lavadoras (control de detergentes, de suciedad, de compra online de detergente…), neveras (que hacen fotos del interior y te lo mandan al móvil, con televisión, envío y recepción , puedes ver desde el super lo que te falta), camas (con control de sueño, peso, ritmo cardiaco, temperatura, respiración…), sartenes con cálculo de calorías, suelos que cambian de color para avisarnos de la temperatura o activan al pisarlos una cámara de vigilancia, televisiones que pasan a ser el centro de control, revestimientos en baños que tocándolos apagan las luces o conectan el agua y su temperatura… les dejo el reto de cruzar los datos de envejecimiento rápido de la población o del uso de hogares para discapacitados que seguro les harán imaginar fácilmente nuevos usos, nuevas oportunidades. Todo es querer.
El paradigma será realmente empezar a aprender de nuevo y esto se hace escuchando al consumidor, al mercado y no cometiendo los mismos errores del pasado, porque hay que saber aceptar los cambios, aprovecharlos y disfrutarlos… como van viniendo. Es lo que nos hace sobrevivir desde siempre.
Socio fundador en WITCO BRANDING S.L.