El trabajo en equipo
“El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos.” (Michael Jordan)
Los individualismos no nos van a conducir a ninguna parte y nos privarán de evolucionar y aprender las capacidades de nuestros compañeros. Y es que seguro que, en cualquier equipo, nuestros compañeros tendrán capacidades que les pueden hacer destacar de manera individual. Cada uno de ellos será muy bueno en algo pero… ¿Buscamos eso? ¿Buscamos que cada uno haga lo que mejor sabe hacer?
Pues ahí es donde llegamos a la conclusión de que es justo lo contrario. Se trata de aprender los unos de los otros y enriquecernos con ello. Buscamos un equipo de diseño donde sus miembros se nutren unos de otros para adquirir capacidades que mejoran notablemente el rendimiento del colectivo. Cualquier diseñador puede ayudar a otro y, al mismo tiempo, ampliar sus conocimientos.
Conseguimos así un funcionamiento cooperativo donde aumentan la productividad, la creatividad y la efectividad del trabajo. Este aumento exponencial del rendimiento también hará que los problemas tengan mayor índice de resolución, pues la solución puede venir de voces muy diferentes.
El positivismo, la motivación, la responsabilidad… Los miembros se sienten importantes y parte de algo. Esa sensación de pertenencia es la que hace aumentar su compromiso con el equipo, empresa u organización de manera muy notable. Y en esta misión, la de hacerlo lo mejor posible, se apoyarán en sus compañeros.
Tampoco vamos a descubrir nada nuevo si consideramos que una buena comunicación es básica en cualquier equipo que se precie. Y es que esa capacidad para relacionarse de los compañeros y, mejor aún, la empatía que puedan tener entre ellos será una de las claves de todo.
La implicación es uno de los términos más importante a tener en cuenta en cuanto a una cadena de trabajo se refiere. En la cerámica comenzando por los proveedores y acabando por los departamentos de comercialización, es un gran conjunto de engranajes los que hacen que todo funcione, organizados en diferentes equipos de especialización pero que a su vez funcionan como un todo. Las sinergias, los apoyos y la comunicación son elementos imprescindibles para que los productos se desarrollen de la forma más eficaz posible y con las mejores calidades.
Un equipo nunca debe acabar cuando finaliza un trabajo. Un equipo entiende la producción y sus eslabones, ejecuta un proyecto y luego, juntos, saborean la victoria o analizan cómo hacerlo mejor en el más distendido de los ambientes.
Y esto sucede cuando todos están comprometidos e implicados en unos objetivos comunes. La capacidad de los componentes del equipo para adaptarse a nuevas situaciones será directamente proporcional a ese compromiso y ganas de cumplir los objetivos citados.
En el mundo empresarial, el compromiso por parte de todos los miembros y un trabajo en equipo óptimo donde todos los individuos aportan el máximo, se traduce en una producción óptima, eficaz y rentable.