Calidad e innovación contra la crisis
El sector cerámico no está atravesando su mejor momento. Es más, algunos expertos consideran que está inmerso en la peor crisis de toda su historia porque en esta ocasión, y por primera vez, no cuenta con las herramientas que permitan a las empresas volver a ser competitivas y rentables, y depende, en gran medida, de unas ayudas oficiales -y de unas decisiones políticas- que cuando raramente llegan lo hacen tarde y mal.
En los dos últimos años, la industria cerámica se ha empequeñecido. Las empresas azulejeras, las esmalteras y las productoras de maquinaria han perdido ventas y facturación, y se han visto obligadas a reducir sus plantillas. El sector está en un momento crucial de su historia. Y necesita el apoyo institucional para remontar sus cifras y mantener su condición de principal pilar de la economía castellonense. Porque no hay que olvidar que los pavimentos y revestimientos cerámicos que salen de las plantas castellonenses se comercializan en más de 185 países.
Desde la Diputación de Castellón no queremos -ni podemos- renunciar a todo lo que significa la industria cerámica para nuestro territorio, y no solo a nivel económico, sino también en el plano histórico, artístico, cultural y social. Y nuestra presidenta, Marta Barrachina, está plenamente comprometida con el fututo de un sector del que, en gran medida, también depende el futuro de nuestra provincia.
La Diputación de Castellón refuerza su respaldo y apoya con firmeza a esta industria estratégica, promoviendo, en la medida de sus posibilidades, la innovación, la formación y la internacionalización. Pero sobre todo queremos que sea el altavoz del sector cerámico ante el resto de administraciones públicas para reivindicar sus necesidades.
Son muchas las iniciativas en las que participa la Diputación de Castellón para dar soporte a la industria cerámica a través de diferentes iniciativas, entre las que es preciso destacar de manera muy especial el Concurso Cerámico de Regeneración Urbana (CRU) que el presente año alcanzará su séptima edición y con la que la Diputación quiere que nuestra provincia se convierta en un ejemplo al aire libre del uso de los recubrimientos cerámicos en espacio exteriores y públicos. En definitiva, que las calles y plazas de los pueblos y ciudades de nuestra provincia se conviertan en el mejor escaparate de las posibilidades técnicas y decorativas de los recubrimientos cerámicos.
La Diputación también colabora en la organización todos los años pares de Qualicer, un congreso que ha servido, y lo sigue haciendo, para mostrarle al mundo la gran preocupación de la industria cerámica de Castellón por la calidad. Una cita con la investigación que llegará inmediatamente después de que cierre sus puertas en Valencia la feria Cevisama, considerada como el mayor y más efectivo escaparate de las propuestas cerámicas españolas.
Qualicer abandera una calidad en mayúscula que abarca todos los aspectos relacionados con la producción de los pavimentos y revestimientos cerámicos: desde la elección de las materias primas hasta que el producto está perfectamente colocado en una pared, un suelo o en una fachada…
El foro castellonense se encarga todos los años pares, de compartir y divulgar todos los avances y los conocimientos relacionados con la cerámica industrial que se generan en cualquier parte del planeta. Y lo hace, en un gesto de solidaridad y generosidad con todos los profesionales, investigadores y expertos de todo el mundo.
Y es que Qualicer se puso en marcha en 1990 con el propósito de reivindicar las cualidades y las ventajas de la cerámica, frente a cualquier otro recubrimiento industrial, que es, sin lugar a dudas, la mejor forma de ganar mercados. Y ese mismo objetivo se ha mantenido en cada una de sus ediciones, incluyendo la que se celebrará este próximo mes de marzo.
Qualicer es un congreso ideado por el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales y la Cámara de Comercio, que ha situado a nuestro clúster cerámico, en el verdadero centro neurálgico de la investigación y de la innovación a nivel mundial; lo que se transforma en un gran valor añadido para la marca ‘Tile of Spain’, que como yo siempre digo, es lo mismo que ‘Made in Castellón’, porque aquí, en nuestra provincia, se produce más del 95% de los recubrimientos cerámicos españoles.
Y ahora mismo, cuando nuestras empresas tienen que competir en el cada vez más complejo mercado global con los productos baratos de países que no respetan ni el medio ambiente ni los derechos laborales, es más necesario que nunca, ganar la batalla comercial a base del valor añadido de nuestra experiencia y sobre todo de nuestra innovación.
Calidad e innovación van a ser los únicos elementos que nos van a permitir recuperar la competitividad y la rentabilidad que se han perdido tanto por la competencia desleal de los terceros productores, como por el desmedido incremento de la factura energética y de las materias primas, así como por la nula ayuda que el sector está recibiendo por parte del Gobierno de España.
Solo la calidad, la innovación y el desarrollo, insisto, nos ayudarán a seguir reinventando la cerámica plana para conquistar los segmentos más altos de los mercados más importantes del mundo
La cerámica española es sinónimo de Castellón. Y Castellón gracias al esfuerzo de nuestros empresarios, de nuestros técnicos cerámicos y de nuestros investigadores es un consolidado referente en el sector cerámico mundial. Cevisama y Qualicer, en perfecta sintonía y comunión, servirán para seguir reivindicando que Castellón no solo produce mucho, sino que también produce muy bien.
Diputado responsable de Promoción Cerámica y Económica, Formación Ocupacional y CEDES