El pasado 13 de noviembre de 2023 se llegó a un “acuerdo provisional” a nivel europeo para la inminente “Ley de Materias Primas Críticas (CRMA)”. Estas materias primas críticas (CRM) son indispensables para asegurar la economía de la UE (Unión Europea) ya que son componentes imprescindibles en el desarrollo de tecnologías de la mayoría de los sectores estratégicos como las energías renovables, el digital, el espacio y defensa. En definitiva, se antoja imposible el cumplimiento de los objetivos climáticos y de digitalización sin estos materiales.
De hecho, la preocupación de la UE por controlar las materias primas críticas viene ya desde hace bastantes años. Concretamente en 2008 se formalizó “La iniciativa sobre las materias primas”. En dicha iniciativa, entre otras actividades, la UE se comprometía a crear y actualizar cada 3 años un listado de materias primas críticas, así como su producción, mercado y desarrollos tecnológicos vinculados. De las 14 materias primas críticas identificadas en el primer informe de 2011 se ha pasado a las 34 en el estudio recientemente publicado de 2023.
Listado de materias primas críticas
Existe una metodología muy concreta para definir qué materias primas se clasifican como críticas. Esta metodología considera dos variables: importancia económica y riesgo de suministro.
A continuación, puede verse la gráfica del último informe de 2023, en la que se representa cada materia prima teniendo en cuenta ambas variables.
Figura 1: Materias primas frente a importancia económica y riesgo de suministro.
Fuente: “Study on the critical raw materials for the EU 2023”
La siguiente tabla nos muestra las 34 materias primas que se consideran críticas, introduciendo un código de color que nos permite ver las que han salido de dicha lista, las nuevas incorporaciones y las que se mantienen desde la anterior revisión de 2020.
Fuente: “Study on the critical raw materials for the EU 2023”
En el caso del sector cerámico, consumidor tradicional de muchas de estas materias primas, se encuentra aquí con un acuciante problema. En muchos casos, estas materias primas son necesarias e insustituibles, al menos de momento, por la singularidad que aportan a los esmaltes o pigmentos. Tal y como el número total de materias primas críticas crece, el número de las que nos afectan directamente también crece y con él los problemas. De dicho listado podemos considerar como ejemplo el cobalto, níquel, litio, boratos, estroncio, cerio, praseodimio, feldespato, vanadio, bario…
El objetivo de “La Ley de materias primas críticas” es reducir este listado. Pretende garantizar el acceso de la UE a todas ellas, pero además con un suministro seguro y sostenible, alineándose con sus objetivos climáticos y digitales para 2030. Esta Ley va a tener implicaciones significativas para todo el tejido industrial y, evidentemente, para el sector cerámico.
Esta Ley persigue reforzar las capacidades de la UE respecto de estos productos a lo largo de todas las fases de la cadena de valor. Su objetivo es también aumentar nuestra resiliencia reduciendo la dependencia, aumentando la preparación y promoviendo la sostenibilidad y circularidad de la cadena de suministro. Para las empresas, esto significa que tendrán que adaptarse a estas nuevas regulaciones y buscar formas de mejorar la eficiencia de los materiales y explorar el uso de materiales alternativos, entre otras cosas.
Y es que el escenario de las materias críticas no es nada halagüeño en cuanto a la garantía de suministro. Partiendo de la escasez evidente de las mismas, las previsiones para 2030 son para la gran mayoría de los casos que la demanda de estas se multiplique entre 5 y 10 veces. Por poner un ejemplo que nos afecta de forma directa, las previsiones de incremento de la demanda del litio son de doce veces para 2030 y veintiuna para el 2050.
En este escenario de futuro, la situación de Europa es especialmente crítica, ya que al hecho de importar la mayoría de ellas en un porcentaje muy elevado, se une la circunstancia de que algunas de ellas proceden de un único exportador, lo cual nos coloca en una situación muy delicada.
¿Y cuáles son las claves de esta Ley?
Esta Ley se sustenta sobre 4 pilares fundamentales que son:
1.Fijar prioridades de actuación claras.
Se establece una lista de materias primas críticas (34) y entre ellas un conjunto de materias primas estratégicas (16). Para estas últimas, se establecen unos parámetros de referencia para las capacidades nacionales. Estos parámetros marcados para 2030 son los siguientes:
- Un mínimo del 10 % de las necesidades anuales de la UE se cubrirá con la extracción, un 40 %, con transformación y un 25 % con reciclado.
- Un máximo del 65 % del consumo anual de la UE de cada una de ellas puede proceder de un único país.
2. Desarrollar las capacidades europeas.
La UE debe reforzar su cadena de valor de las materias primas exigiendo un desarrollo de la exploración nacional y facilitando la financiación de los procesos de extracción, procesamiento y reciclaje. Para agilizar los procesos burocráticos, en lo que se respecta a autorizaciones, se establece un máximo de 27 meses para proyectos de extracción o 15 meses en proyectos de procesamiento y reciclaje de materias primas críticas.
3.Mejorar la resiliencia.
Como es notorio, el suministro de estas materias primas se ve profundamente afectado por los cambios geopolíticos, cada vez más frecuentes, o la subida del precio de la energía, entre otros muchos motivos.
Para intentar combatir los vaivenes del mercado se plantea diferentes acciones que permitan minimizar estos efectos. Ejemplos de estas es la creación de reservas estratégicas o diversificar las fuentes de suministro.
4.Invertir en investigación, innovación y capacidades.
Se creará una asociación y una Academia de materias primas para promocionar la capacitación pertinente para la mano de obra. Se potenciará la adopción e implantación de tecnologías punteras en el ámbito de las materias primas fundamentales para hacer más eficientes todos los procesos.
Hándicaps y controversias de la presente Ley
Uno de los puntos más complejos de solventar es el de reducir por debajo del 65 % las importaciones de un único país de algunas materias primas. Esto es porque hay países que monopolizan la exportación de más del 70 % de una determinada materia prima, por lo que se antoja casi imposible este reto. Podemos verlo en la siguiente imagen.
Figura 3. Países que representan la mayor parte del suministro mundial.
Fuente: “Study on the critical raw materials for the EU 2023”
De ejemplo de lo comentado podemos observar como China es responsable de más del 90% de la producción de magnesio o Brasil acapara el 90 % de la exportación de niobio.
Otro importante escollo será el conjugar la extracción de materias primas de forma competitiva y sostenible. Uno de los grandes retos de la industria extractiva es desarrollar tecnologías que demuestren que la extracción de materias primas puede realizarse de forma sostenible y con los menores costes ambientales y sociales posibles.
Sin lugar a duda, los objetivos planteados y las acciones a desarrollar para su consecución son de muy elevado calado, pero también es cierto que la situación es muy crítica para la UE y no se puede posponer por más tiempo el tomar fuertes medidas que permitan dar un giro a la actual situación.
Unidad de Inteligencia Competitiva del ITC-AICE