Como es bien conocido, los materiales cerámicos tienen un amplio recorrido en el mundo de la cocina, y especialmente en su uso como recipientes contenedores durante el proceso de cocción. Los más habituales son las tradicionales cazuelas de barro u otras arcillas, los cuales han sido esmaltados para dar un acabado estético y funcional.
Incluso en los últimos años hemos visto como la cerámica llega un poco más lejos y se convierte en la protagonista del centro de la cocina, con grandes losas completamente cerámicas que esconden en su interior diferentes funcionalidades, como la cocción por inducción, proporcionando así un aspecto mucho más moderno y diáfano al espacio que ocupan.
En esta ocasión hemos querido recoger un uso no tan habitual. Concretamente es la elaboración de una plancha de asar cuya superficie consiste en una pieza cerámica esmaltada, que ofrece al cliente un producto diferenciado frente a las tradicionales planchas metálicas.